¿Oculta
este odio administrativo al maestro otras cuestiones que nuestros
responsables políticos se resisten a reconocer? Probablemente, sí.
El desprecio que muestra el gobierno autonómico Valenciano hacia sus
profesores oculta el
desprecio que siente hacia sus propios ciudadanos.
¿Cómo entender, si no es desde el desprecio, que se pretenda
combatir el fracaso y el abandono escolar que padece esta Comunidad
ninguneando, humillando, hostigando, desacreditando, abandonando al
profesorado?
Finalmente,
el odio que muestra la administración hacia su profesorado es un
signo evidente de
hipocresía e inconsciencia.
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