A la cola en gasto por alumno y a la cabeza en fracaso escolar.
El gasto por alumno público valenciano ha bajado desde el noveno al undécimo lugar entre todas comunidades autónomas de 2004 a 2009.En paralelo, el fracaso escolar de los estudiantes de primer ciclo de ESO roza el 37%, un porcentaje que se ha disparado en 11,6 puntos desde el año 2000. Pero hay más. Entre 2002 y 2012 la Consejería de Educación, que dedica un 30,82% del presupuesto de la Generalitat a la enseñanza no universitaria, ha cambiado cinco veces de titular.
Esa inestabilidad (con las contradicciones añadidas en función de las prioridades de quién la ha dirigido); la falta de pruebas serias de evaluación diagnóstica (conforme a los estándares nacional y europeo); y la privatización del sistema (en 11 años mientras se hacían 230 centros públicos nuevos se han abierto 404 concertados), han acabado por enfrentar a todos los agentes de la enseñanza pública con la Generalitat.
Si se analiza el gasto educativo medio por alumno (lo que incluye la ratio profesor/alumno, el equipamiento en nuevas tecnologías, las ayudas al estudio, los programas de compensatoria, etcétera) las cifras también difieren, según quien las interprete.
La Consejería de Educación, en un reciente argumentario que el PP ha enviado a los centros ante las protestas generalizadas contra los recortes, defiende que destina “el mayor presupuesto de España, un 30,82%” del total.
Cierto. Pero las estadísticas del MEC revelan que entre 2004 y 2009 el gasto por alumno ha caído en relación a otras autonomías. La Comunidad Valenciana ocupaba en 2009 el décimo lugar entre las 17 autonomías en gasto público por alumno concertado (5.828 euros al año) y el onceavo en gasto público por alumno público ( 6.775 euros). Mientras que en 2004 ocupaba el séptimo lugar en gasto por alumno concertado y el noveno en gasto público por alumno público.
Figura a la cola en la aplicación del Programa de Atención Educativa (PAE) orientado a reforzar a los alumnos de Primaria y ESO con más dificultades de aprendizaje. Este curso, el programa ha sufrido, además, un recorte del 40% respecto de 2011. El curso pasado la inversión para reforzar el profesorado en centros públicos (donde está matriculado el 86% del alumnado inmigrante o con dificultades) fue de 995.500 euros, mientras que en 2011-2012 será de 596.386 euros.
Es la única autonomía de España en la que sólo un 20% de alumnos de segundo ciclo de Infantil, en puertas de llegar a Primaria, estudia inglés, pese a que es una exigencia de la Ley Orgánica de Educación (LOE) para corregir esta asignatura pendiente.
Para implantar el inglés desde los tres años, el sistema educativo valenciano requiere de unos 3.000 maestros y profesores. Sin embargo, la contratación de personal cae desde 2010. Según la Sindicatura de Cuentas, el sistema cerró 2011 con 1.486 profesores menos. Y este curso se estima que cierre con otros 1.000 o 1.200 docentes menos debido a la reducción de los programas de compensatoria. Además, la consejería ha anunciado ya que enfrentará el crecimiento vegetativo de población escolar sin contratar a los 1.000 docentes que harían falta, lo que obliga a aumentar el horario lectivo de los profesores.
“Tenemos la información, los datos, pero no el conocimiento para resolver problemas a partir de la contextualización de la información disponible”, concede Díaz, quien subraya la importancia de la formación del profesorado, del cambio de metodología y la necesidad de adecuar las evaluaciones a los estándares, como vectores para superar el reto.
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