Premsa FAPA-València
Fabra y Camps son los dos políticos que fueron más recriminados durante la segunda histórica marcha
Parodias
hubo para dar y tomar anoche en Alicante. Siempre desde el
comportamiento correcto, no faltaron los mensajes de descalificación
hacia los políticos del PP que gobiernan en la Comunidad Valenciana
desde hace más de tres lustros. Las gargantas de las cincuenta mil almas
que tomaron pacíficamente el centro de Alicante lanzaron diatribas,
sobre todo, hacia dos políticos: Carlos Fabra, ex presidente de la
Diputación de Castellón, y Francisco Camps, expresidente del Consell.
Junto al actual conseller de Economía, José Manuel Vela. La calle se
inundó de pancartas, mucho más que en la protesta del pasado sábado para
defender la educación pública y de calidad, para lo que sirvió de
espoleta el corte que dos días antes había sufrido el suministro
eléctrico del IES Jorge Juan, el decano de Alicante.
Si
había una pancarta que resumía el sentimiento de impotencia del
ciudadano frente al recorte y las deudas en los servicios públicos, esa
la portaban estudiantes de la Marina Baja. «Apadrina mi instituto»,
rezaba lacónicamente el cartelón, de elaboración casera con cartones y
maderas, tal vez para hacer honor a tiempos de extrema falta de
liquidez. Jorge Pérez, uno de los alumnos de un instituto de Altea,
resumía su parodia petitoria: «Lo de llevar mantas no es una anécdota,
se va a generalizar como esto siga así», se lamentaba, arropado por
varios compañeros, padres de alumnos y, por supuesto, profesores.
Por
segunda vez en apenas cinco días, el sector educativo cobró ayer un
protagonismo especial. No sólo por el recorte de horarios y salarios y
por la espada de Damocles que pende sobre miles de interinos, que ya no
cobrarán ni en las vacaciones de verano. Sobre todo por la necesidad de
mantener vivo un sector educativo y de calidad, que sigue recelando
incluso de los gastos de funcionamiento a futuro, pese al pago parcial
que ya llega a los centros escolares. Muchas de las pancartas que, por
pueblos e institutos se exhibían, hacían alusión a deudas pendientes de
entre 60.000 y 100.000 euros, como corroboraron a este diario varios
directores. «Pedimos agua, luz, fotocopias y dignidad, no pedimos más»,
sentenció uno de ellos.
Empresarios dicen que suprimir las extraescolares «no es la solución»
El
colectivo de empresas de servicios educativos extraescolares de la
Comunitat ha asegurado hoy que suprimir este tipo de actividades en los
centros educativos "no es la solución" a los recortes de la Generalitat
en materia de educación.
Según
un comunicado de la asamblea de este colectivo de empresas, la
supresión de las extraescolares "afecta negativamente a la calidad
educativa de la escuela pública y crea nuevos problemas económicos al
sector educativo".
En
este sentido, han indicado que comprenden y están "totalmente de
acuerdo" con las reivindicaciones que el colectivo de la enseñanza
realiza "como consecuencia de los recortes y los impagos" del Consell.
Sin
embargo, han recordado que este tipo de empresas "llevan a cabo una
importante tarea educativa" que complementa a la actividad docente y han
mostrado su preocupación por la "repercusión negativa" que podría
producir la supresión de las actividades extraescolares.
Entre
otras cosas, han explicado, se vería comprometida "la viabilidad
económica de estas empresas, la mayoría de las cuales son pequeñas y de
carácter familiar".
Los valencianos vuelven a tomar la calle contra los recortes
Unas
cien mil personas muestran su rechazo en Valencia contra los ajustes en
el sector público - Los sindicatos piden la retirada del decreto ley y
la dimisión del conseller José Manuel Vela
«A
mí me van a reducir entre 300 y 400 euros, voy a tener que atender a
más gente en menos tiempo, van a reducir el material de trabajo... Hoy
he venido aquí simplemente para reivindicar mis derechos». Àngels López
era una de las cerca de 100.000 personas, según los organizadores, que colapsaron el centro de Valencia para mostrar su rechazo contra los recortes sociales aprobados por el Consell el mes pasado.
La manifestación de ayer fue convocada por los cinco sindicatos mayoritarios de la Comunitat, UGT, CC OO, C-SIF, Intersindical Valenciana y FSES. Para la pancarta que iniciaba la marcha eligieron el lema de «No a les retallades en els servéis públics. Depuració de responsabilitats en el Consell». Al final de la marcha, los organizadores concretaron el mensaje: «Pedimos que dimita el conseller de Hacienda y Administración Pública José Manuel Vela por ser el responsable de los presupuestos»
Los recortes en educación, sanidad y en el resto de servicio públicos centraron el sentir de los manifestantes que avanzaban poco a poco desde la plaza de San Agustín. Tijeras tachadas, cruces por la muerte de la educación pública y cientos de cánticos en contra del Consell se pudieron ver durante toda la tarde de ayer. No obstante, la manifestación tuvo un protagonista sorpresa: Francisco Camps.
La absolución, el día anterior, del expresidente del Consell encendió el ánimo y el ingenio de muchos de los manifestantes. Quiso el destino que la marcha transcurriera por delante de su residencia, lo que elevaba automáticamente los gritos y las protestas de quienes pasaban por ahí. «¿Dónde está el tique?» o «Culpable, culpable», fueron algunos de los cánticos que se pudieron oir. Miembros de la Confederación General de Trabajadores (CNT), incluso, soltaron bajo el balcón de Camps una decena de globos negros.
A lo largo de la manifestación era fácil encontrar a gente debatiendo sobre si había más o menos gente que el sábado pasado, cuando también alrededor de 100.000 personas salieron a la calle, en este caso, para defender el modelo de educación pública. Datos aparte, lo que sí queda patente es que las céntricas calles de Valencia se han acostumbrado a ver marchas multitudinarias. «La verdad es que nos estamos acostumbrando. Es día sí, día también. Además es que siempre es mucha gente». Antonia Mato, dueña de uno de los quioscos de flores de la plaza del Ayuntamiento, tiene una posición privilegiada para observar cada una de las manifestaciones.
Esta valenciana no era la única sorprendida. Gustavo , un turista de la italiana ciudad de Forli, prestaba atención a las rimas de los manifestantes sin saber por qué protestaban. «Ah, entonces es lo exactamente lo mismo que en Italia. Allí casi todos los días hay alguna manifestación, sobre todo en Roma». La marcha acabó en la plaza de la Virgen, donde los sindicatos leyeron un manifiesto unitario. Unas pocas gotas lluvia amenazaron con dispersar a los concentrados, pero sólo fue un susto y la gente llenó completamente la plaza de la Virgen. La periodista Xelo Miralles actuó como portavoz y aseguró que el decreto del Consell supone «un 25% menos de personal interino en los diferentes sectores. «Consideramos necesaria una respuesta dura de la ciudadanía», subrayó Miralles.
La protesta de ayer parece que no será la última puesto que los cinco sindicatos anunciaron que hoy se reunirán para preparar la segunda ronda de manifestaciones. Antonia, la florista, lo tenía claro sin necesidad de escuchar el aviso: «Esta no será la última manifestación que vea pasar por aquí. Seguro».
La manifestación de ayer fue convocada por los cinco sindicatos mayoritarios de la Comunitat, UGT, CC OO, C-SIF, Intersindical Valenciana y FSES. Para la pancarta que iniciaba la marcha eligieron el lema de «No a les retallades en els servéis públics. Depuració de responsabilitats en el Consell». Al final de la marcha, los organizadores concretaron el mensaje: «Pedimos que dimita el conseller de Hacienda y Administración Pública José Manuel Vela por ser el responsable de los presupuestos»
Los recortes en educación, sanidad y en el resto de servicio públicos centraron el sentir de los manifestantes que avanzaban poco a poco desde la plaza de San Agustín. Tijeras tachadas, cruces por la muerte de la educación pública y cientos de cánticos en contra del Consell se pudieron ver durante toda la tarde de ayer. No obstante, la manifestación tuvo un protagonista sorpresa: Francisco Camps.
La absolución, el día anterior, del expresidente del Consell encendió el ánimo y el ingenio de muchos de los manifestantes. Quiso el destino que la marcha transcurriera por delante de su residencia, lo que elevaba automáticamente los gritos y las protestas de quienes pasaban por ahí. «¿Dónde está el tique?» o «Culpable, culpable», fueron algunos de los cánticos que se pudieron oir. Miembros de la Confederación General de Trabajadores (CNT), incluso, soltaron bajo el balcón de Camps una decena de globos negros.
A lo largo de la manifestación era fácil encontrar a gente debatiendo sobre si había más o menos gente que el sábado pasado, cuando también alrededor de 100.000 personas salieron a la calle, en este caso, para defender el modelo de educación pública. Datos aparte, lo que sí queda patente es que las céntricas calles de Valencia se han acostumbrado a ver marchas multitudinarias. «La verdad es que nos estamos acostumbrando. Es día sí, día también. Además es que siempre es mucha gente». Antonia Mato, dueña de uno de los quioscos de flores de la plaza del Ayuntamiento, tiene una posición privilegiada para observar cada una de las manifestaciones.
Esta valenciana no era la única sorprendida. Gustavo , un turista de la italiana ciudad de Forli, prestaba atención a las rimas de los manifestantes sin saber por qué protestaban. «Ah, entonces es lo exactamente lo mismo que en Italia. Allí casi todos los días hay alguna manifestación, sobre todo en Roma». La marcha acabó en la plaza de la Virgen, donde los sindicatos leyeron un manifiesto unitario. Unas pocas gotas lluvia amenazaron con dispersar a los concentrados, pero sólo fue un susto y la gente llenó completamente la plaza de la Virgen. La periodista Xelo Miralles actuó como portavoz y aseguró que el decreto del Consell supone «un 25% menos de personal interino en los diferentes sectores. «Consideramos necesaria una respuesta dura de la ciudadanía», subrayó Miralles.
La protesta de ayer parece que no será la última puesto que los cinco sindicatos anunciaron que hoy se reunirán para preparar la segunda ronda de manifestaciones. Antonia, la florista, lo tenía claro sin necesidad de escuchar el aviso: «Esta no será la última manifestación que vea pasar por aquí. Seguro».
El Consell paga 66,8 millones a las universidades valencianas
La Conselleria de Educación, Formación y Empleo ha hecho efectivo este jueves el pago de 66,8 millones de euros a las cinco universidades públicas valencianas. Este importe corresponde a la transferencia ordinaria del mes de noviembre, "cumpliendo de esta manera el Consell con su compromiso con los rectores de hacer efectivo el pago antes de final del mes de enero". Así, "se cumple el compromiso del Consell anunciado en la reunión mantenida con los cinco rectores", han insistido fuentes de este departamento.
Hasta la fecha la Conselleria de Educación ha abonado a las cinco universidades públicas valencianas --Universitat de València, Universitat Politècnica de València, Jaume I de Castelló, Universidad de Alicante y Miguel Hernández de Elx-- más de 731 millones de euros durante el año 2011, quedando sólo pendiente la mensualidad de diciembre cuyo compromiso de abono es el mes de abril de 2012, han detallado las mismas fuentes en un comunicado.
De esta manera, una vez más la Generalitat valenciana "vuelve a realizar un importante esfuerzo para mantener la inversión en la formación, investigación y transferencia de conocimiento que realizan las cinco universidades públicas donde estudian más de 131.393 alumnos, lo que supone un esfuerzo inversor de 6.075 euros por alumno, al margen de las becas por la gratuidad de tasas".
"Se cumplen así los compromisos anunciados por la consellera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, para comenzar a regularizar antes de final del mes de enero la situación tanto de centros docentes públicos como concertados, así como las universidades, centros de educación especial y gremio de libreros", agregan.
La Conselleria de Educación, Formación y Empleo ha anunciado también que se ha abonado en su totalidad los gastos de comedor y transporte escolar de la anualidad de 2011 a los centros de educación especial. Este pago se suma a los 35 millones de euros que se ordenaron pagar el pasado martes para gastos de funcionamiento de la pública y la concertada y que ya han recibido la práctica totalidad de los centros educativos.
Así, esto corresponde a los plazos de diez días anunciados por la consellera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, para comenzar a regularizar la situación de los centros docentes, cubrir las bajas -se han adjudicado en una semana más de 728 vacantes- y fijar un calendario de pagos de las cantidades que se adeudan del año pasado.
Además, se está iniciando el pago del bono-libro "en consonancia con los compromisos adquiridos por la consellera en la reunión mantenida con el Gremi de Llibrers en la primera semana de toma de posesión del cargo".
María José Catalá ha indicado que "estos abonos son un paso más en el compromiso de la Conselleria de regularizar cuanto antes los pagos que demuestra nuevamente que se está realizando el máximo esfuerzo por responder a las necesidades más urgentes del sistema educativo".
"Nuestras prioridades se centran en mantener unos servicios públicos de calidad, y a ello dedicamos día a día todas energías, como así lo ha manifestado el President de la Generalitat, Alberto Fabra", ha remarcado la responsable de Educación.
Según ha indicado Catalá, "el Consell de la Generalitat garantiza que tanto los centros docentes públicos como los concertados contarán con recursos públicos suficientes para seguir ofreciendo una educación pública, universal y de calidad al alumnado de la Comunitat Valenciana".
Sobre los encierros llevados a cabo en algunos institutos para protestar por los ajustes aplicados por la administración, la consellera ha realizado un llamamiento a la comunidad educativa para que las acciones de los docentes por los recortes salariales "no afecten al funcionamiento y a la calidad de la enseñanza, respetando todas las acciones que pueden llevar adelante, pero que no interfieran al perfecto funcionamiento de nuestras enseñanza", ha dicho.
"COMPRENSIÓN Y NO INTERFERENCIA"
En este sentido, desde la Conselleria de Educación se ha agradecido "a los padres y madres, docentes y alumnos y en general a toda la comunidad educativa, su comprensión y no interferencia en el buen funcionamiento del sistema educativo".
En este punto, el Consell asegura que "sólo un 12,5% de los colegios e institutos que tiene la Comunitat Valenciana se ha manifestado o ha realizado algún encierro en centros como medida de protesta frente los ajustes del Consell, es decir, 250 de más de 2.000 centros docentes de la Comunitat Valenciana".
Tal y como han recordado estas fuentes, "dentro del objetivo de atender las necesidades del sistema educativo se inscribe la adjudicación, entre la semana pasada y la actual, de un total de 728 plazas docentes para cubrir vacantes y realizar sustituciones por incapacidad temporal de sus titulares".
En concreto, a principios de esta semana, la Conselleria de Educación, Formación y Empleo adjudicó 308 plazas de profesorado y la semana pasada cubrió otras 420 plazas docentes.
Más de 400 directores optan a renovar el cargo con la
evaluación de su trabajo
evaluación de su trabajo
Unos
425 directores de centros públicos de enseñanza de la Comunitat
Valenciana se han presentado al procedimiento convocado por la
Conselleria de Educación para la renovación del cargo a través de la
evaluación del desempeño de su trabajo en los últimos cuatro años.
Según la resolución, los directores que concurren obtuvieron su primer nombramiento en 2005 y participaron en un proceso de renovación en 2007 por lo que, ahora, pueden optar a un tercer y último periodo de nombramiento que sumarán once años en este puesto de responsabilidad.
Para aspirar a esta renovación -que no elección- la solicitud debe ir acompañada de una memoria en la que se analice el grado de consecución de los objetivos planteados en el proyecto presentado al inicio de su mandato así como la actualización del mismo para los siguientes cuatro años.
Los indicadores de evaluación se centran en la adecuación a la realidad del centro, viabilidad, claridad, originalidad, carácter innovador y la coherencia global.
Según la resolución, los directores que concurren obtuvieron su primer nombramiento en 2005 y participaron en un proceso de renovación en 2007 por lo que, ahora, pueden optar a un tercer y último periodo de nombramiento que sumarán once años en este puesto de responsabilidad.
Para aspirar a esta renovación -que no elección- la solicitud debe ir acompañada de una memoria en la que se analice el grado de consecución de los objetivos planteados en el proyecto presentado al inicio de su mandato así como la actualización del mismo para los siguientes cuatro años.
Los indicadores de evaluación se centran en la adecuación a la realidad del centro, viabilidad, claridad, originalidad, carácter innovador y la coherencia global.